martes, 17 de abril de 2007

Corre, Virginia

Una joven tutsi corriendo... Huyendo. Estamos en Ruanda: 1994. Así es como la película “Disparando a perros” (Shooting dogs) inicia su aventura fílmica por tierras ruandesas. Ya saben: África. Quizás recuerden: más de 800.000 ruandeses asesinados (11% de la población), la mayoría de etnia tutsi y por sus compatriotas ruandeses hutus, casi cada una de las mujeres que sobrevivieron fueron violadas… El 75% de la etnia tutsi fue eliminada entre abril y junio de 1994. Naciones Unidas (léase el Consejo de Seguridad) lo denominó, muy eufemísticamente, “actos de genocidio”.

¿Es oportuno escribir sobre Ruanda cuando está pasando Virginia? Verán, según el informe “Alerta 2007” elaborado por la Escola de Cultura y la organización Médicos Sin Fronteras, el número de conflictos armados en el 2006 fue de 21. Casi la mitad de ellos, 9 para ser concretos, moraban en el continente africano. Sin embargo, la atención mediática se concentró en Afganistán, Irak, Israel, Palestina y Líbano. Ya saben: ¿¡África!?

Dentro de unas semanas, cuando ya no se encuentren nuevos testigos a los que entrevistar, fotos que publicar u opiniones y debates que alimentar, también la masacre vivida en la Virginia Tech pasará a formar parte de la memoria, siempre corta, de los medios de comunicación. Lo terrible y lo drástico es que si bien todo pasa y la actualidad debe continuar, la suerte de todo un continente, África, sigue, ha seguido y seguirá condenada al olvido mediático. Y así y casi por consecuente, no lo neguemos, al olvido ciudadano.

Al final de “Disparando a perros”, una joven ruandesa corriendo… Como hicieron muchos de los que colaboran en la realización del film y se exponen y exponen su historia de supervivientes –curioso, mostrando la mayoría una sonrisa por carta de presentación- antes de los títulos de crédito. Casi ya no queda nadie en una sala de principio casi vacía: ¿Es el periodismo un arma para cambiar el mundo?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Segurament el periodisme, en tant que l'eina a través de la qual el ciutadà s'informa, és l'única arma per a canviar el mòn. El problema és quin tipus de periodisme... I no oblidis la Història (amb hac majúscula), com per exemple la que fot en Garrido a http://el-villarejo.blogspot.com/
Enjoy it, see you in class...

un miserable dijo...

jo no crec que el periodisme faci res.

el periodisme sempre va darrere, mai davant

JR dijo...

No he vist Shooting dogs però és fàcil veure com les pel·lícules sobre Àfrica (Robert Redford a part)no acaparen l'atenció mediàtica que sovint mereixen.

Exemples com els d'Hotel Rwanda, un film genial sobre una xocant història real, fan malpensar de Hollywood. Per què va estar només nominada a 3 Oscar (no en va guanyar cap) i The Shindler List va gunyar-ne una pila?

La temàtica dels 2 films és molt semblant i les 2 són de gran qualitat visual, dramàtica i cinematogàfica.

Però ja se sap el jueus són víctimes de primera divisió i els africans de segona.

Intentem canviar-ho? Provem-ho amb el periodisme !!

Unknown dijo...

En mi humilde opinion, intentar utilizar el periodismo como arma arrojadiza para cambiar el mundo, es una intención fútil, aunque no por ello menos noble que otras.

Si que es verdad que la ciencia del periodismo tiene una memoria peor que la de un pez. Pero si un arbol cae en el bosque y nadie lo escucha o lo ve ¿realmente es algo que podamos decir que haya pasado? Con los hechos en África ocurre más menos lo mismo. Sin embargo, mientras haya gente qu erecoja datos y al menos existan para ser comprobados, el periodismo no será el arma definitiva para cambiar el mundo, pero sí una buena herramienta para seguir luchando.